El valor que obtuvimos por nuestro dinero fue excelente. La habitación era cómoda y acogedora, y las instalaciones estaban impecablemente limpias. La ubicación de la quinta era preciosa, rodeada de hermosos paisajes. El trato del personal fue excepcional, nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento.

La opción de desayuno podría incluir más variedad de platos.

El servicio de transporte gratuito al centro de la ciudad es una salvación para explorar las tiendas, restaurantes y bares. ¡No hay necesidad de caminar largas distancias ni preocuparse por el estacionamiento! El restaurante en el hotel ofrece deliciosas comidas portuguesas tradicionales. Fue como tener a mi propia abuela cocinando para mí, pero con un toque gourmet.- Me encantó tener una cocina equipada en mi apartamento. Pude cocinar comidas rápidas y disfrutar de la comodidad de mi hogar lejos del hogar.

Algunos pequeños problemas iniciales con las instalaciones en nuestra habitación, pero fueron rápidamente solucionados por el amable personal del hotel.

Me encantó la relación calidad-precio del lugar y lo acogedora que era la habitación. Además, la ubicación era perfecta, rodeada de paz y tranquilidad, con el hermoso canto de los pájaros y el sonido relajante del río cercano. El personal fue increíblemente amable y nos hizo sentir como parte de su familia.

La comida del desayuno podría mejorar un poco, especialmente si tuvieran tostadas y café expreso disponible.

El entorno tranquilo y pacífico, rodeado por el sonido del río cercano. El trato amable y acogedor por parte del personal del hotel.Las instalaciones y habitaciones limpias y bien cuidadas.El delicioso desayuno y buena comida.

No tiene que mejorar nada.

El ambiente está súper tranqui, con los pajaritos cantando y el río cerquita. ¡El clima está ideal y se puede aguantar sin morir de calor! Los dueños son súper bacanes, te tratan como uno más del combo y se preocupan de que pases el mejor rato. Además, está como a 45 minutos de Pinhao y el viaje es de infarto, con vistas que quitan el aire. ¡Volveremos seguro para las fiestas y los matrimonios!

Solo faltó un poco más de fiesta, ¡somos jóvenes y queríamos más diversión nocturna! Al no haber nada cerca, estaría perfecto si tuvieran un bar o discoteca en el lugar.

Mi estancia en Quinta De Fiaes fue increíble! El valor por mi dinero fue excelente, la habitación era muy cómoda y acogedora. Además, me encantó la ubicación, rodeada de un entorno tranquilo y vistas hermosas. El trato del personal fue excepcional, siempre dispuestos a hacerte sentir como en casa. Lo recomendaría sin dudarlo.

El menú para el desayuno podría haber sido más variado.

Comodidad gastronómica: ¡No tienes que salir del hotel para deleitarte con deliciosas comidas portuguesas! El restaurante del hotel ofrece una amplia variedad de platos tradicionales que te harán agua la boca. Disfruta de una comida sin igual sin siquiera tener que levantar un dedo.

Camino de acceso sin pavimentar: La ruta desde la carretera hasta la Quinta está en mal estado. Sería genial si mejoraran este tramo corto para mayor comodidad de los huéspedes.

Deseaba visitar la Mamoa de Madorras y elegí la Quinta de Fiaes Villa solo por eso. Sin embargo, me sorprendió gratamente la disponibilidad de un restaurante en el lugar, donde pude disfrutar cómodamente de deliciosas comidas portuguesas sin tener que salir de las instalaciones. Además, me encantó la opción de relajarme junto a la piscina al aire libre, hacer una barbacoa y disfrutar de la terraza soleada.

El apartamento en la planta baja sin ventanas, solo con puertas, fue un inconveniente. El calor era insoportable y no tenían aire acondicionado.

Buena acogida de la familia

Apartamento en perfecto estado. Cuidan mucho los detalles.Desayunos y cenas deliciosos.Entorno de la piscina agradable.Buena relación calidad-precio.Trato amable y cercano.Hermoso entorno de paz y tranquilidad

Todo estupendo.

Siempre vuelvo a este hotel en Vilar de Macada porque tiene todo lo que necesito: Wi-Fi, parking gratuito, hervidor eléctrico, transporte al aeropuerto de pago, TV de pantalla plana, ascensor. Además, el personal es amable; la primera vez me ayudaron a recuperar un objeto perdido. Volveré por negocios.

Lo mejor de mi escapada fue disfrutar de la naturaleza y el ambiente tranquilo del lugar. El entorno era precioso, rodeado de viñedos y paisajes impresionantes. Además, la ubicación era perfecta para desconectar y relajarse.

Lo peor fue que la habitación no tenía ventanas, solo puertas, lo cual hacía que el calor fuera insoportable. No había aire acondicionado y no podíamos dejar las puertas abiertas por seguridad.

El valor por mi dinero fue excepcional y la habitación era perfecta, acogedora y muy limpia. La ubicación del hotel era perfecta, rodeada de paz y tranquilidad, con el hermoso canto de los pájaros y el relajante sonido del río cerca. Pero lo que realmente hizo destacar mi experiencia fue el personal del hotel. La familia que gestiona el lugar me hizo sentir como uno más del grupo, no solo como un cliente. Desde Bruno hasta el resto de la familia, su atención fue fantástica. Definitivamente volveré en el futuro, especialmente al enterarme de que están organizando fiestas y matrimonios.

La opción del desayuno podría mejorar un poco.

El hotel está situado en un valle muy bonito y bien comunicado, rodeado de viñedos. Las habitaciones y baños son estupendos, con sábanas de algodón suaves y acogedoras, y productos de baño de alta calidad. El desayuno es completo, con pan, queso, mermeladas y zumos caseros.

La presencia de perros sueltos en la finca y la falta de control de los propietarios es una molestia para los huéspedes, especialmente cuando se acercan a la piscina sin restricciones.

Me encontré con Quinta De Fiaes Villa de manera inesperada durante mi viaje improvisado por la Ribera del Duero portuguesa, ¡y fue una maravillosa sorpresa! Situada en un entorno precioso, rodeada de viñedos, la construcción es impresionante y las habitaciones y baños son estupendos. Quedé enamorada de las sábanas de algodón suaves y acogedoras, así como de los geles y jabones de Saboaria Portugueza. Los propietarios son absolutamente encantadores y te hacen sentir como en casa desde el momento en que llegas. Las cenas son deliciosas, con cocina casera y productos típicos de la zona. ¡Recomendadísimo!

La pista de acceso desde la carretera a la Quinta, que es de unos 100 metros, está en mal estado y es de tierra. Creo que los propietarios deberían considerar asfaltarla o mejorarla dado el corto trayecto.

El paisaje era alucinante, con montañas espectaculares y un río cerca. Además, la familia que lo administra fueron súper amables y nos hicieron sentir como en casa. Las instalaciones eran cómodas y limpias. ¡No podemos esperar a volver!

La única cosa que nos falta en Quinta De Fiaes es un área de fiestas para jóvenes. De todas formas, esto no arruinó nuestras vacaciones y disfrutamos mucho de la tranquilidad y paz del lugar.